Dolor crónico: Tratamiento con criolesión y termolesión

Terapia intervencionista y dolor crónico: Proporcionar terapia con los sistemas de inomed

Los estados persistentes de dolor o dolor crónico son muy angustiantes para el paciente y con frecuencia desencadenan una serie de reacciones secundarias tales como tensión, rigidez o contracturas musculares. La postura de alivio adoptada por los pacientes con dolor crónico puede favorecer el estrés en estructuras sanas. El resultado suele ser un círculo vicioso. Sin embargo, el dolor crónico puede tratarse muy bien con la terapia intervencionista. En general, el dolor crónico y agudo representa un reto importante para el paciente y para el médico.

Terapia intervencionista del dolor crónico, significa, para los terapeutas, el uso de procedimientos mínimamente invasivos con miras a la reducción permanente del deterioro por "dolor crónico". El dolor crónico puede ser controlado a través de la interrupción selectiva o modificación de la conducción de la señal de dolor a lo largo de las vías nerviosas afectadas utilizando un procedimiento neuro-destructivo. En los pacientes que sufren de dolor crónico severo de espalda, esto puede proporcionar un alivio efectivo.

Procedimientos percutáneos mínimamente invasivos son el método de elección para este tipo de dolor crónico. Bajo inspección visual y verificación a través de la estimulación eléctrica, se introducen electrodos o sondas, utilizando las cánulas adecuadas, dependiendo del método. Esta es, por una parte, la opción de la crioterapia >>, en la que se aplica frío a los nervios periféricos (criolesión). El dolor crónico responde muy bien a esta terapia. La congelación provoca axonotmesis, pero los envoltorios conectivos del nervio se mantienen intactos lo que permite que el nervio se regenere. La principal indicación es el resistente dolor crónico en la región de la columna vertebral, conocido como síndrome facetario lumbar.
 

Dolor cronico: Termolesión por radiofrecuencia, del tejido nervioso

Por otra parte, existe la opción de la termolesión del tejido nervioso en caso de dolor crónico. Con las indicaciones apropiadas, la termolesión por radiofrecuencia es un método extremadamente preciso, eficaz y seguro, con una gama de aplicaciones disponibles para ayudar a prevenir el dolor crónico. La ventaja más importante es la capacidad de trabajar de manera muy precisa con herramientas muy finas. El tamaño de los instrumentos utilizados se determina por las indicaciones y el área de aplicación. Esto hace que sea adecuada para intervenciones terapéuticas mínimamente invasivas en pacientes con dolor crónico en la columna vertebral. Una aplicación común es el síndrome facetario lumbar, torácico y cervical. Otra aplicación común es la termolesión del ganglio de Gasser para los casos de neuralgia del trigémino. Con los electrodos adecuados, también se admiten aplicaciones como rizotomía, lesión DREZ y cordotomía.

Los nervios responsables de la actividad motora y la sensibilidad no se ven afectados. Al paciente se le brinda apoyo rápido y fácil, incluso en situaciones difíciles, gracias a una tecnología basada en el reconocimiento de que el dolor crónico, es transmitido por la información del dolor, en el sistema nervioso a través de las vías nerviosas especiales y centros de control en la médula espinal y el cerebro.