La neurofisiología se centra en el funcionamiento del sistema nervioso (es decir, el cerebro, la médula espinal y todos los nervios). Con la monitorización neurofisiológica, se monitorizan las funciones del sistema nervioso para detectar y, si es posible, prevenir daños.
Las señales se intercambian en el sistema nervioso a través de la electricidad y sustancias mensajeras, los llamados neurotransmisores. En la monitorización neurofisiológica se utilizan electricidad y estímulos sensoriales (por ejemplo, sonidos, luz) para estimular los nervios (las células nerviosas) y comprobar así si todo funciona.
En el pasado, las señales producidas solo podían verse o escucharse como sacudidas musculares. Hoy en día, gracias a la tecnología avanzada, es posible ver, guardar y evaluar las señales digitalmente en un ordenador.
La monitorización neurofisiológica se utiliza para determinar la causa de los síntomas (por ejemplo, la medición de la velocidad de conducción nerviosa en el síndrome del túnel carpiano) o para tener una base de orientación antes de iniciar una intervención quirúrgica (por ejemplo, la función auditiva en operaciones en el nervio auditivo).
Durante la cirugía, la monitorización neurofisiológica intraoperatoria se puede utilizar para monitorizar las funciones nerviosas e identificar el tejido en riesgo.
La monitorización neurofisiológica también puede ser útil después de una intervención quirúrgica, por ejemplo, para evaluar el grado de recuperación de los pacientes tras un accidente grave.
La monitorización neurofisiológica es realizada y evaluada por personal especialmente capacitado. Pueden ser técnicos médicos, neurofisiólogos, médicos y otras personas con formación médica o técnica.
Encontrará más información sobre la monitorización neurofisiológica en las sociedades nacionales e internacionales de neurofisiología, las bases de datos científicas y, por supuesto, en nuestros cursos y seminarios. >>
